Que lindo que era verlos caminando, un alma sola dividida en dos,
la orilla de ese mar los encantaba, quedaba todo quieto
alrededor.
Hermosa fue la vida que llevaron la suerte no les quiso dar un sol,
curioso es que su risa iluminaba, hasta el día que
ese mal se la llevo.
Se queda con su
foto en un rincón y sueña encontrarla arriba,
escucha susurrar un disco viejo, que su Clara una vez le regaló.
El sigue con su
vida recortada sin Clara fue una vida sin color,
la imagen de sus ratos más
felices, hasta ahora siguen siendo su motor.
La siente, la escucha, la espera, y sueña. La lleva bien pegada al corazón,
se alegra de nunca despedirla. Pero no va bajo la orilla caminando
Por que sabe que era
hermoso entre los dos. Sabe que era hermoso.